¿Tienes un letrero en tu jardín de entrada que advierte a ladrones potenciales que tu casa está protegida por un sistema de alarma? Está allí para darte seguridad, pero ese letrero en realidad podría convertirte en un blanco de una estafa de seguridad para el hogar.

En el giro más reciente, los delincuentes revisan los letreros en los jardines que frecuentemente indican en el reverso la fecha de instalación original. Luego atacan al tocar el timbre y fingir que son de la empresa. Ten cuidado con estos estafadores.

“Técnicos” fraudulentos. Si aparece alguien que dice ser de tu empresa de seguridad y asegura que su computadora detectó defectos en tu sistema, ten cuidado. Su objetivo es engañarte para que lo dejes entrar a tu casa para “arreglar” tu alarma. En lugar de eso, va a alterarla para poder volver y robarte.

“Vendedores” inescrupulosos. Estos embaucadores fingen que necesitan “actualizar” tu sistema. Eso es improbable, porque la mayoría de las empresas respetadas llaman para programar una cita antes de enviar a un representante. En realidad te quieren presionar para que firmes un nuevo contrato de vigilancia – frecuentemente con una empresa distinta – con precios excesivos y por un plazo de 5 años o más. La gente que firma esos contratos frecuentemente se da cuenta de que no puede rescindir el contrato sin pagar una multa.

“Instaladores de sistemas” falsos. Su discurso es que el negocio de tu instalador original cerró. El impostor te dirá que su firma ha adquirido el contrato y que tienes que comprar un nuevo equipo y firmar un nuevo contrato, a un precio mayor y a largo plazo.

Algunos estafadores reciben un depósito por un nuevo sistema de seguridad y luego desaparecen para siempre. Así que no dejes que alguien que aparece en tu puerta te engañe y se lleve tu dinero. Recuerda que las empresas legítimas no mandan a un técnico sin anunciarlo previamente. Si tu empresa de vigilancia cerró, recibirás la notificación correspondiente por teléfono o correo electrónico.

A continuación se indican otras formas de protegerte:

  • Solicita referencias. Pídele a todo vendedor que aparece en tu puerta que te diga los nombres de los vecinos para los que ha trabajado su empresa. Antes de comprometerte a contratar cualquier servicio, consulta con ellos para que te den su opinión sobre el equipo y el servicio.
  • Asegúrate de que los contratistas sean legítimos. Siempre pide una licencia. Busca el número, el estado en el que está registrado y el nombre con el cual se registró la licencia. También insiste en que te presente por escrito todos los presupuestos por el servicio y el equipo y que el documento especifique el equipo, quién lo instalará, cómo se mantendrá y, por supuesto, cuánto costará.
  • Lee la letra pequeña. Asegúrate de que todo lo que has acordado esté escrito en el contrato. Léelo cuidadosamente para detectar compromisos de los que pudiste no haberte dado cuenta, como tarifas de vigilancia y tu derecho a cancelar el trato.


Si te arrepientes, tienes derecho a cambiar de opinión. La regla de reconsideración (“Cooling-Off Rule”) de la Comisión Federal de Comercio te da 3 días hábiles para cancelar un acuerdo si firmas un contrato en tu casa o en un lugar que no es el domicilio comercial permanente del vendedor. Y no te preocupes, puedes cambiar de opinión aunque ya te hayan instalado el equipo.

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