Hasta 70 millones de estadounidenses tienen un trastorno del sueño, es decir, dificultades persistentes para dormir y los problemas consecuentes para funcionar durante el día. Más de 40 millones de ellos no reciben un diagnóstico o tratamiento apropiado, de acuerdo con una investigación publicada por la revista médica Sleep Medicine.

Algunas personas pueden no estar al tanto de interrupciones del sueño y, a menudo, "los pacientes no mencionan el sueño a los médicos porque no creen que se trate de algo 'médico' o creen que deben aguantarse sin quejarse", opina el Dr. Matt T. Bianchi, M.D., director de la división de sueño en el Massachusetts General Hospital en Boston.

Encuestas previas han mostrado que las escuelas de medicina dedican formalmente, en promedio, menos de 2 horas a la medicina del sueño y los médicos pueden no hablar al respecto de este tema por rutina con sus pacientes durante sus visitas al consultorio. Un estudio de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine halló que solo el 25% de los proveedores de atención primaria preguntaron a sus pacientes nuevos sobre su sueño, a pesar de que muchos tenían signos de problemas. Los médicos también pueden tener problemas para determinar exactamente cuál de los 60 trastornos del sueño es el culpable, porque los síntomas pueden no ser muy claros.

Si a menudo tienes problemas para quedarte dormido o para permanecer dormido, o si no puedes funcionar normalmente, tu proveedor de atención primaria puede ayudar a descartar enfermedades que afectan el sueño, como la depresión o el hipertiroidismo, y puede ser capaz de señalar la causa de tu problema del sueño. De no ser así, un especialista en el sueño certificado puede llevar a cabo una evaluación detallada. A continuación te presentamos la forma en la que se evalúan 3 trastornos comunes del sueño:

Insomnio crónico

Esto afecta aproximadamente a entre el 10 y el 15% de los adultos y se define como problemas para quedarse dormido o para permanecer dormido al menos 3 veces por semana por 3 meses o más. Tu médico te preguntará sobre tus síntomas y sus efectos, por ejemplo, si tu pareja dice que roncas. También te hará preguntas sobre tu estilo de vida e intentará identificar si existen hábitos como un consumo excesivo de cafeína y alcohol, el uso de dispositivos electrónicos poco antes de dormir o el uso de medicinas pueden estar contribuyendo a este problema.

Si tu médico no puede llegar a la raíz del problema, consulta a un médico especializado en medicina del sueño. Es posible que te pida que lleves un diario de tu sueño, ejercicio, alimentos y consumo de alcohol y puede solicitar pruebas de actigrafía, que ayudan a rastrear el horario de tu sueño con un dispositivo similar a un reloj. Si sospecha la presencia de otro problema que afecta el sueño, puede solicitar una polisomnografía nocturna en un laboratorio del sueño. Ahí, mientras duermes, electrodos registran tus ondas cerebrales, latido del corazón, respiración, movimientos oculares y niveles de oxígeno en la sangre. Un conjunto de sensores mide los movimientos del pecho y la fortaleza y duración de tu respiración.

Apnea obstructiva del sueño

La apnea obstructiva del sueño (OSA, por sus siglas en inglés), se caracteriza por múltiples pausas breves en la respiración durante el sueño y puede causar somnolencia considerable durante el día. Quienes la sufren también pueden quedarse dormidos en momentos inapropiados.

Se calcula que 25 millones de estadounidenses padecen OSA, de los cuales de 12 a 18 millones no han recibido un diagnóstico. Y una investigación publicada en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine sugiere que la OSA a menudo puede diagnosticarse erróneamente como depresión.

Para diagnosticar adecuadamente la OSA, es necesario una polisomnografía en un laboratorio del sueño o una prueba de la apnea del sueño nocturno en casa. En estas pruebas se usan electrodos que registran la respiración y la frecuencia cardíaca, los niveles de oxígeno en la sangre y los movimientos del torax, pero generalmente excluyen las ondas cerebrales. Esto puede no detectar la apnea del sueño leve y es suele arrojar falsos negativos, así que si tus resultados son negativos pero tu médico tiene fuertes sospechas de que padeces de apnea, vas a necesitar una polisomnografía.

Síndrome de las piernas inquietas

Este síndrome llamado RLS, por sus siglas en inglés, que afecta aproximadamente a 10% de los adultos estadounidenses, provoca sensaciones como ardor o de hormigueo en las piernas, pulsación y un impulso incontrolable de mover las extremidades inferiores. Esto puede hacer que sea difícil quedarse dormido y puede despertarte.

Los médicos podrían confundir el síndrome con otras afecciones como ansiedad, artritis, lesiones de espalda o mala circulación. También puede asemejarse a la neuropatía diabética. En un estudio, 81% de las personas con el síndrome de las piernas inquietas informaron a sus médicos sobre sus síntomas, pero solo 6% recibió el diagnóstico correcto.

No es necesaria una polisomnografía para diagnosticar el RLS a menos que el médico no pueda determinar con certeza qué trastorno del sueño tienes. Un historial de tus síntomas y un examen deberían ser suficiente, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.


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