El verano pasado, cuando Debbie Diljak, residente de Raleigh, N.C. de 54 años de edad, llegó a recoger sus analgésicos de una farmacia local, se sintió consternada cuando, según recuerda, se dio cuenta de que el precio había aumentado de $38 a casi $200 por un suministro de un mes. Diljak no tenía seguro médico, así que simplemente no resurtió su receta de duloxetina (genérico de Cymbalta), un antidepresivo que también se utiliza para tratar ciertos tipos de dolor. En lugar de eso, tomó otro medicamento antiinflamatorio que costaba menos. Lo que sucedió después no fue muy sorprendente: "Sufrí rigidez y empecé a cojear mucho", recordó Diljak. "Pero simplemente no podía costear el medicamento a ese precio".

Al igual que Diljak, millones de estadounidenses han resultado impactados por los altos costos de los medicamentos en el último año. De hecho, una encuesta reciente del Centro Nacional de Investigación de Consumer Reports entre 1,037 adultos mostró que un tercio de quienes actualmente toman un medicamento dijeron que experimentaron un aumento de precio en los últimos 12 meses, desde solo unos cuantos dólares hasta $100 por receta.

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De acuerdo con la American Society of Health System Pharmacists, los grandes aumentos de precio pueden deberse a cualquier cosa desde escasez de un producto hasta cambios en tu cobertura de seguro. Y, en raros casos, los fabricantes pueden aumentar los precios simplemente porque no hay competidores que vendan ese mismo medicamento. (Considerando lo confuso que puede ser este panorama, Consumer Reports Best Buy Drugs evalúa los medicamentos en cuanto a su precio además de su seguridad y eficacia; visita CRBestBuyDrugs.org para averiguar más).

A pesar de lo frustrantes que pueden ser los aumentos repentinos de precio, nuestra encuesta muestra que la mayoría de la gente simplemente paga la diferencia. Únicamente 17% decidió comparar precios para ver si podía conseguir una mejor oferta. Si tienes un copago de seguro estándar, es posible que no se te ocurra visitar otras tiendas. Pero en ocasiones el precio que pagarías de tu propio bolsillo (la cantidad que se cobra a las personas que no tienen seguro), podría ser menor que el copago, un hecho que los farmacéuticos no mencionan. Por ejemplo: la metformina, que se utiliza para tratar la diabetes tipo 2, se vende por menos de $4 por un suministro de un mes, o $10 por un suministro de 3 meses, en tiendas como Target y Walmart, mientras que el copago por el suministro de un mes cuesta en promedio aproximadamente $11.

Y, en caso de que decidas pagar la medicina de tu propio bolsillo, los precios que los comercios cobran pueden variar mucho. Para averiguar lo que los distintos comercios estaban cobrando enviamos compradores secretos a investigar los precios de 5 medicamentos genéricos comunes en tiendas a lo largo del país, incluyendo farmacias de cadena, hipermercados, supermercados y farmacias independientes.