¿Te encanta ponerle queso fresco a todo? ¿Desde unas enchiladas hasta las ensaladas? Si estás embarazada, querrás volver a pensar en tu menú. Los quesos blandos son susceptibles a la contaminación de la bacteria listeria, que puede causar envenenamiento o intoxicación alimentaria. Las mujeres embarazadas tienen 10 veces más probabilidades de infectarse que otras personas y las mujeres latinas embarazadas están en un riesgo todavía mayor. Tienen alrededor del doble de probabilidades que el resto de las mujeres embarazadas de tener una infección de listeria. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dicen que esto probablemente sucede porque los quesos blandos son una gran parte de su dieta. Aunque las mujeres en sí podrían únicamente experimentar síntomas parecidos a los de un resfriado, las infecciones de listeria durante el embarazo pueden causar abortos, nacimiento de bebés muertos o enfermedades mortales en los recién nacidos.

La mayoría de las personas conocen los riesgos de las bacterias como salmonella y e.coli pero hasta que una marca popular de helados retiró sus productos del mercado esta primavera debido a una contaminación de listeria, muchas personas no habían pensado dos veces en esta bacteria. Causa menos casos de intoxicación que otras bacterias pero, cuando ataca, lo hace con ganas. La listeria es la tercera causa más importante de muerte por enfermedades relacionadas con alimentos, de acuerdo con los CDC. La mayoría de las personas que se enferman con listeria acaban siendo hospitalizadas, y este microbio mata a una de cada 5 personas que infecta.

No todas las personas que comen alimentos contaminados se enferman, pero las mujeres embarazadas necesitan ser cuidadosas, así como otros que están en riesgo de tener complicaciones severas: las personas mayores de 65 años o cualquier persona con un sistema inmune debilitado (incluyendo a quienes están recibiendo quimioterapia o radiación) o que tienen afecciones como diabetes, alcoholismo y enfermedades del hígado o riñón. Sin embargo, es una buena idea que todo mundo sepa cómo protegerse. Sigue los siguientes pasos:

• Conoce los alimentos riesgosos: los quesos blandos (incluyendo el queso fresco, queso blanco, Panela y feta, brie y camembert), los mariscos ahumados, patés, carnes untables, germinados de grano y leche cruda o alimentos lácteos no pasteurizados. Las personas con alto riesgo también deberían evitar estos alimentos. Las carnes que se usan para sandwich o charcutería como las salchichas también son riesgosas, a menos que estén cocinadas a una temperatura interna de 165°F.

• Enjuaga bien las frutas y verduras crudas bajo el chorro del agua, usando un cepillo limpio para vegetales y talla las que tienen cáscaras más gruesas antes de cortarlas o comerlas. Esto también aplica para los alimentos con cáscaras no comestibles como el melón para evitar esparcir la bacteria de la cáscara a la fruta dentro cuando la rebanes o la peles.

• Mantén tu refrigerador a menos de 40°F (nuestros expertos recomendaron 37°) y tu congelador a no más de 0°F. Utiliza un termómetro de refrigerador para revisar estas temperaturas de forma regular. La bacteria puede seguir creciendo a la temperatura del refrigerador y aún un pequeño aumento en la temperatura puede causar que la bacteria listeria, si está presente, se multiplique mucho más rápido.

• Limita el almacenaje de alimentos refrigerados, especialmente los que están abiertos y listos para comerse como ensaladas y alimentos cortados. Come carnes rebanadas o carnes empacadas para sandwich que hayan sido abiertas dentro de los últimos 3 a 5 días. Las salchichas para hot dog, una vez que han sido abiertas, deberían ser utilizadas en una semana.

• Almacena cualquier alimento que sobre durante no más de 3 a 4 días en contenedores tapados que sean poco hondos para promover su enfriado rápido y parejo. Recalienta a 165°F y hierve las sopas o salsas antes de comerlas.

• Lávate las manos antes y después de manejar comida. Limpia el refrigerador de inmediato cuando algo se derrame dentro y lava el refrigerador a fondo con frecuencia para evitar la propagación de la bacteria de un alimento a otro.

Para terminar, aunque las probabilidades de enfermarte de listeriosis son bajas para la mayoría de los estadounidenses, los riesgos que posa a la salud son tan serios que vale la pena mantenerte al tanto de cualquier retiro de productos del mercado en el sitio web de la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration). También puedes inscribirte al sitio para obtener alertas de seguridad cuando se anuncie el retiro de productos, una idea especialmente buena para cualquiera que esté en un grupo de alto riesgo.


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