Según los datos más recientes de la Asociación Estadounidense de Centros para el Control de Intoxicaciones (American Association of Poison Control Centers, AAPCC), de las más de dos millones de llamadas que se recibieron en los centros en 2015, casi la mitad involucraba a niños de 6 años de edad o menos.  

Es muy común, dice Carl Baum, Ph.D, profesor de pediatría y de medicina de emergencia en la Facultad de Medicina de Yale. Desde la edad de un año, los bebés pueden moverse solos por la casa y pueden desarrollar suficiente destreza en los dedos que les permita agarrar todo tipo de artículos de uso doméstico.

Todo esto aumenta el riesgo de que ingieran artículos muy peligrosos que se encuentren en la casa. “La gran mayoría de casos que vemos son de niños que recogen objetos pequeños y que se los meten a la boca”, dice Baum.

A continuación, te presentamos información sobre los artículos tóxicos de uso doméstico más peligrosos para los niños menores de 6 años de edad y te decimos qué deberías hacer para mantenerlos a salvo. (Los niños mayores corren un riesgo menor, pero sus padres también deberían seguir estos consejos).

Productos que contengan alcohol

Las bebidas alcohólicas que por accidente no se dejan guardadas pueden ser una tentación para los niños pequeños. Pero los productos de uso doméstico que contienen etanol, incluidos algunos desinfectatentes para manos, enjuagues bucales y perfumes o colonias, tienen más probabilidades de ser una fuente de exposición a alcohol para los niños pequeños.

De hecho, los cosméticos y otros productos de cuidado personal fueron las fuentes más comunes de exposición en niños menores de 6 años y cuyos casos se informaron a los Centros para el control de intoxicaciones en 2015.

Algunos productos que causaron sorpresa, como el extracto de vainilla, también contienen alcohol.

La cantidad con la que se puede enfermar un niño depende de la concentración de alcohol y el tamaño del niño, pero tan solo 2 onzas de vino pueden ser un nivel peligroso de alcohol en la sangre de un bebé de 25 libras (11 kg). El alcohol puede causar vómitos, somnolencia, confusión y, en casos graves, paros respiratorios y muerte.

Protección y prevención: Mantén las bebidas alcohólicas y cualquier otro producto que contenga alcohol fuera del alcance de los niños; incluso podrías pensar que el mostrador de la cocina o algún gabinete en el baño son lugares seguros, pero no es así. Hasta un niño pequeño puede usar una silla para alcanzar los gabinetes.

Opioides y otros medicamentos peligrosos

El consumo accidental de medicamentos de venta con receta, incluidos los sedantes, los estimulantes y, más comúnmente, los opioides como la hidrocodona (Vicodin), la oxicodona (Percocet) y la buprenorfina (Suboxona), envía cada año a la sala de emergencia a casi 50,000 niños estadounidenses menores de 5 años de edad.

Los suplementos y los medicamentos de venta libre también pueden ser peligrosos para los niños menores. Los suplementos de hierro para adultos pueden causar diarrea hemorrágica o vómitos en menos de una hora. Una sola dosis elevada de acetaminofeno (la cantidad depende de la altura, el peso y la edad del niño) puede causar daño hepático.

Protección y prevención: Guarda los medicamentos fuera del alcance de los niños, de preferencia bajo llave. Asegúrate de que los contenedores de medicamentos, incluso aquellos que sean a prueba de niños, queden bien cerrados después de usarlos.

Mantén los medicamentos en los envases originales cuando viajes; los organizadores de pastillas que te ayudan a recordar qué pastilla tomar cada día no son necesariamente a prueba de niños. Pídeles a las personas que llegan a tu casa de visita que guarden de manera segura los medicamentos que lleven consigo.

Elimina adecuadamente los sedantes, los estimulantes y los opioides que no hayas usado o que ya hayan caducado llevándolos a una farmacia u hospital, o mezclándolos con café molido o arena para gatos en una bolsa de plástico sellada y botándolos a la basura. Tira por el inodoro los opioides sin usar.

Baterías de botón

En 2015, los accidentes por tragar objetos extraños fueron responsables tan solo por el 6% de todas las llamadas para el control de intoxicaciones que involucraban niños menores de 6 años de edad. Pero dentro de ese grupo de objetos, las baterías de botón, que con frecuencia se usan en aparatos auditivos, relojes e incluso en algunos juguetes, son particularmente preocupantes. De acuerdo con la organización no lucrativa Safe Kids Worldwide, más de 2,800 niños al año en los Estados Unidos son tratados en las salas de emergencia después de haberse tragado estas baterías del tamaño de una moneda de 5 centavos.

“Las baterías de botón pueden ser mortales para cualquier persona que se las trague”, dice Ruck. Pueden atorarse en la garganta de los niños y representar un peligro de asfixia. Y si los químicos de la batería se salen, pueden dañar el esófago y causar hemorragia y otras lesiones en el tejido.

Los niños que tienen una batería de botón atorada en el esófago podrían perder el apetito o tener vómitos, náuseas, tos, sibilancia o fiebre.

Protección y prevención: Comprométete a conocer qué productos de uso doméstico contienen baterías de botón. Asegúrate de que solo se puedan abrir con un destornillador o que tengan una seguridad similar. (La cinta adhesiva puede ser útil, pero puede que no sea suficiente para detener a un niño curioso).

Guarda todas las baterías nuevas donde los niños no puedan alcanzarlas ni encontrarlas y elimina las baterías usadas inmediatamente después de cambiarlas. No le coloques baterías nuevas a ningún producto enfrente de los niños. Si tu hijo usa algún aparato auditivo, compra uno cuyo compartimento para las baterías sea a prueba de niños.

Bolsitas (pods) individuales de detergente para lavar ropa

Los niños pequeños podrían intentar comerse estos pods, de colores brillantes, que contienen altas concentraciones de detergente para lavar ropa. “Para un niño, esas bolsitas parecen dulces”, dice Baum.

Estos pods de plástico suaves pueden causar vómitos y problemas respiratorios si un niño se los traga y también pueden causar quemaduras químicas a los bebés si el líquido dentro de la bolsa entra en contacto con los ojos.

Las llamadas a los centros de intoxicaciones por estas bolsas parecen ir disminuyendo, esto porque a finales de 2015 entraron en vigencia estándares más rígidos de seguridad. (Hubo 12,594 casos de niños pequeños expuestos a los pods en 2015 y 11,528 casos en 2016).

Pero los expertos dicen que continúan siendo un problema. Para finales de febrero de este año, los centros de intoxicaciones de EE.UU. ya habían recibido 1,558 llamadas de niños expuestos.

Protección y prevención: Consumer Reports recomienda que las familias con niños menores de seis años de edad eviten usar estas bolsitas con detergente y no las incluimos en nuestra lista de detergentes recomendados. Si las usas, mantén cerrados los recipientes en donde las guardas y colócalos en alto y fuera del alcance de los niños.

Cigarrillos electrónicos

Según la Asociación Estadounidense de los Centros para el Control de Intoxicaciones (AAPCC), la nicotina líquida de los cigarrillos electrónicos puede causarles náuseas y vómitos a los niños que la traguen.

Y el número de niños pequeños que logran tener un cigarrillo electrónico en las manos parece ir en aumento. Un estudio de 2016, publicado en la revista médica Pediatrics, observó que en enero de 2012 solo hubo 14 casos de niños menores de 6 años de edad expuestos a los cigarrillos electrónicos. En abril de 2015, esa cantidad fue de 223.

Según Bruce Ruck, Pharm.D., director administrativo del Centro de información y educación de envenenamientos de Nueva Jersey, la mayor amenaza son los contenedores de nicotina líquida usados para rellenar estos cigarrillos.

Es posible que los padres dejen accidentalmente a la mano contenedores usados, que con frecuencia no son a prueba de niños. Pero estos contenedores todavía podrían contener residuos de nicotina líquida y de sabores, como de goma de mascar, lo que es atractivo para los niños.

Protección y prevención: Mantén los cigarrillos electrónicos y la nicotina líquida bajo llave y fuera del alcance de los niños. Nunca rellenes el cigarrillo enfrente de los niños. Elimina los contenedores de nicotina vacíos en un recipiente al que los niños no puedan tener acceso.

Qué hacer si tu hijo ingiere sustancias tóxicas de uso doméstico

¿Qué debes hacer si tienes la certeza o la sospecha de que tu hijo ingirió alguna de las sustancias u objetos mencionados anteriormente? “Pide ayuda tan pronto como ese pensamiento llegue a tu mente”, esto es lo que aconseja Marvin M. Lipman, M.D., asesor médico en jefe de Consumer Reports. “Es mejor una falsa alarma que una tragedia evitable”.

Si tienes la certeza o la sospecha de que un niño (o adulto) consumió un producto posiblemente tóxico, llama al 911 inmediatamente si la persona colapsó, está inconsciente, no despierta o está sangrando, dice Ruck.

Haz lo mismo si crees que los opioides u otros medicamentos de venta con receta o las baterías de botón puedan estar involucradas, incluso si no hay síntomas visibles. (En el caso de los medicamentos, busca el contenedor de los medicamentos y cualquier medicamento restante, de ser posible, para mostrárselo a las personas que brinden los primeros auxilios).

Si no tienes certeza de qué pudo haber hecho tu hijo y no ves ningún síntoma, llama a tu centro local para el control de intoxicaciones y envenenamientos al (800) 222-1222, disponible 24 horas al día.

El personal en ese lugar puede ayudarte a descubrir si tu situación es una emergencia y guiarte a través del tratamiento necesario para tu hijo. O prueba su nueva herramienta en línea.

No intentes inducir el vómito o neutralizar una sustancia tóxica usando vinagre u otro líquido a menos que algún miembro del personal del centro te lo pida.


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