Si has leído sobre los problemas de salud relacionados supuestamente a la falta de vitamina D —que van desde problemas cardíacos hasta el cáncer—, medirte los niveles de vitamina D te podría parecer algo sensato. Sin embargo, a continuación vas a ver los mitos y realidades sobre las pruebas que miden los niveles de esta vitamina.

MITO: LAS PRUEBAS REVELAN SI TUS NIVELES SON SALUDABLES

Realidad: Algunos doctores, como el experto en vitamina D, el Dr. Michael F. Holick, Ph.D, autor de "The Vitamin D Solution" ["La solución de la vitamina D"] (Hudson Street Press, 2010), consideran que la falta de vitamina D es una ola epidémica en los EE.UU. Otros especialistas debaten este tema porque, desde su punto de vista, existe un desacuerdo generalizado sobre cuáles son los niveles óptimos e insuficientes. (El Instituto de Medicina indica que 20 nanogramos por mililitro o más es lo adecuado, mientras que otras organizaciones consideran que 30 ng/ml es lo óptimo).

Se sabe que los niveles de vitamina D menores de 20 ng/ml afectan la salud ósea, pero no existe evidencia que relacione otros problemas de salud a los bajos niveles de vitamina D. Algunos estudios muestran una relación entre los bajos niveles de esta vitamina con la obesidad y la diabetes tipo 2; no obstante, "se desconoce si esta afección causa que los niveles bajen o viceversa, o incluso si están relacionados", afirma el Dr. Clifford J. Rosen, director del Departamento de investigación clínica y traslacional del Instituto de Investigación del Centro Médico de Maine en Scarborough.

MITO: TODOS NECESITAMOS UNA EVALUACIÓN MÉDICA

Realidad: Las pruebas solo son necesarias si tienes osteoporosis (ya que la vitamina D nos ayuda a absorber el calcio para los huesos) o un trastorno que te impida producir la forma activa de la vitamina D, por ejemplo, una enfermedad renal. También te puedes someter a un examen si presentas problemas intestinales, como la enfermedad celiaca —que puede afectar la absorción—, o tomar medicamentos que pueden provocar lo mismo, tales como, la colestiramina (Prevalite, Questran y sus genéricos), la fenitoína (Dilantina y su genérico), la prednisona o el orlistat (Alli y Xenical).

Sin embargo, el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de EE.UU. (Preventive Services Task Force), un panel independiente de expertos en salud, declara que no existe suficiente evidencia que pruebe que evaluar a adultos saludables conlleve a que estos gocen de una mejor salud. En el 2014, el panel optó por no recomendar la evaluación de rutina.

MITO: LAS PRUEBAS MUESTRAN SI NECESITAS SUPLEMENTOS

Realidad: No existe evidencia de que las personas saludables se beneficien de los suplementos o que tomar vitamina D extra solucione las aflicciones médicas. Rosen señala: "La depresión y la fatiga son razones comunes para ordenar que se realicen pruebas. No existe información que compruebe que los suplementos de vitamina D generan algún impacto en estos".

La prescripción médica de suplementos para incrementar los niveles de esta vitamina pudiera ser útil para aquellos que padecen de osteoporosis o para las personas que padecen de alguna enfermedad o toman alguna medicina que interfiere con la absorción de vitamina D, afirma el jefe médico y asesor de Consumer Reports, el Dr. Marvin M. Lipman. Asimismo, "si pasas la mayor parte de tu tiempo en el interior de un establecimiento, casi nunca comes pescado graso ni bebes leche, o si tienes más de 65 años, es razonable tomar un suplemento de 1000 UI (unidades internacionales) sin prescripción médica aunque no te realices ningún examen médico".

MITO: LOS RESULTADOS DE LAS PRUEBAS SIEMPRE SON EXACTOS

Realidad: El grupo de trabajo descubrió que los resultados de las pruebas pueden variar en un 10 o 20%, dependiendo del laboratorio o método de análisis. Es por eso que algunas personas podrían recibir la noticia de que presentan bajos niveles de vitamina D cuando en realidad no es así y viceversa. La genética también puede jugar un rol importante. Por ejemplo, las investigaciones publicadas en New England Journal of Medicine(Revista de Medicina de Nueva Inglaterra) en 2013, revelaron que la mayoría de los sujetos afroamericanos que participaron en el estudio presentaban niveles bajos de vitamina D, cuando en realidad tenían gran cantidad de esta vitamina; simplemente no apareció así en los resultados de las pruebas.

Más información sobre la vitamina D

¿Cuánta vitamina D necesitas? El Instituto de Medicina recomienda 600 UI diarias para los adultos hasta los 70 años de edad y 800 UI desde los 71 años a más. Lipman aconseja desde 800 hasta 1,000 UI diarias, y la Asociación de Endocrinología sugiere desde 1,500 hasta 2,000 UI para los adultos que se encuentran en riesgo de presentar bajos niveles de vitamina D. (La mayoría de los expertos están de acuerdo en que ingerir más de 4,000 UI diarias podría ser dañino). Pocos alimentos además del pescado graso, los huevos, la leche fortificada y el jugo de naranja contienen vitamina D, así que conseguir suficiente vitamina D podría resultar difícil. (Por ejemplo, 3 onzas de salmón rojo cocido contienen 777 UI). Si esto te preocupa, nuestros expertos sugieren que te expongas 10 minutos al sol cada día, o que hables con tu médico para que te recete algún suplemento.


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