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Puede sonar de mal gusto preguntarle a tu persona amada sobre su calificación crediticia, pero la pregunta es legítima. Necesitas saber de antemano los problemas financieros de una posible pareja, dice Les Parrott, un psicólogo de Seattle que también es coautor, junto con su esposa, Leslie, de “Cómo salvar tu segundo matrimonio antes de que comience” (Zondervan, 2015). Descubrir después de la boda que, supongamos, una nueva esposa tiene $25,000 de deuda de tarjetas de crédito genera una sensación de traición. “Si esconde eso, qué más está escondiendo?”, se preguntará él.

Además de abordar las expectativas sobre la administración del dinero y otras preocupaciones, hablen acerca de sus estilos financieros (por ejemplo, si eres ahorrador o gastador) y de las preocupaciones financieras que a veces te desvelan. Una charla sobre cómo se manejaban las finanzas en el hogar donde creciste y durante tu primer matrimonio también puede ser reveladora.