niños en la playa

 

Si bien los expertos consideran que la  transmisión por vía acuática del nuevo coronavirus es poco probable,  nadar en la piscina del vecindario o en la playa municipal podría no ser una opción sencilla durante los próximos meses.

Algunas ciudades, como Nueva York, han dicho que mantendrán cerradas las piscinas públicas todo el verano. En algunas comunidades en los Estados Unidos, "cerrado" puede significar que una playa municipal o el lago es accesible pero no cuenta con socorristas, por lo que es posible que estos profesionales no estén vigilando mientras tú y tu familia nadan. 

Y en donde las piscinas y las playas están abiertas, es probable que las autoridades implementen reglas establecidas para limitar cualquier posible propagación de la COVID-19, como el distanciamiento social. Esto podría limitar la cantidad de personas que pueden nadar, excluyendo a algunas familias. 

Para evitar estos problemas y proporcionarles a los niños, que permanecen en casa sin salir a la escuela, a un campamento ni otras actividades, una forma de divertirse y disfrutar del clima cálido, algunas personas pueden estar analizando sus opciones para nadar en su jardín, como una piscina elevada o inflable. 

Sin embargo, a algunos expertos les preocupa que un mayor uso de piscinas en el hogar pueda tener un efecto secundario trágico; más ahogamientos, aunque todavía no hay evidencia de esto, según William D. Ramos, Ph.D., miembro del consejo asesor científico de la Cruz Roja de los Estados Unidos y profesor adjunto de Diseño de salud y bienestar en la escuela de salud pública de la Universidad de Indiana-Bloomington. 

Aún así, las precauciones sencillas pueden ayudar a mantener seguros a los niños y a todos los demás nadadores. Sigue estos consejos para evitar los peligros relacionados con el agua, ya sea que tu familia esté nadando en casa o, si tu área está comenzando a reabrir, yendo a la piscina local.

Ahogamiento

El ahogamiento es rápido y silencioso según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), generalmente no hay chapoteos ni gritos como en las películas.

Un componente clave en la prevención del ahogamiento es designar a una persona como "vigilante del agua", cuyo único trabajo es vigilar la piscina, sin usar ningún teléfono inteligente. Sin embargo, esto podría ser particularmente desafiante en este momento, con los padres trabajando desde casa, potencialmente distraídos por correos electrónicos, llamadas telefónicas y video llamadas, dice Ramos.

Una solución es que ambos padres tomen turnos para ser los vigilantes del agua; comiencen a rotar los turnos cuando uno de los padres trabaja y el otro cuida a los niños mientras nadan. 

También recomienda manejar la natación en casa, ya sea en una piscina regular, en una de superficie grande o en una inflable pequeña, de la misma manera que lo harías si fueras a la piscina del vecindario o al mar.

Prepara todo lo que necesites con anticipación: gafas para nadar, toallas, bloqueador solar, refrigerios, para que no tengas que regresar a la casa, dejando a los niños nadando sin supervisión. (Y si te diriges a la piscina municipal o al área de natación, lleva todos tus suministros contigo cuando prepares el lugar de tu familia, para que no tengas que volver corriendo al auto por protector solar o refrigerios).

Otras medidas a seguir
• Quédate cerca.
 Los niños, así como las personas que no saben nadar y los nadadores inexpertos, deben estar al alcance de un adulto en caso de que algo salga mal. E incluso los nadadores expertos y los adultos no deberían nadar solos, según indica Nichole Steffens, gerente de productos acuáticos de la Cruz Roja.

• Aprende reanimación cardiopulmonar (Cardiopulmonary Resuscitation, CPR).

Cualquier persona que vigile a los nadadores (padres, abuelos, niñeras, vecinos) debe saber cómo realizar la CPR. (La Cruz Roja ofrece clases en línea aquí).

• Usa un chaleco salvavidas. Los nadadores inexpertos o las personas que no saben nadar deben usar un  chaleco salvavidas aprobado por la Guardia costera de los Estados Unidos, en o alrededor del agua. Steffens indica que los flotadores de brazos para niños y los juguetes flotantes para piscina no son suficiente. Y cualquiera que vaya a navegar debe usar un chaleco salvavidas.

Guarda las piscinas pequeñas. Si has optado por una piscina temporal o inflable pequeña, cuando no la usen, drénala y desínflala o guárdala en algún lugar, para que no acumule agua de lluvia, creando una oportunidad inesperada para nadar sin supervisión. Esto tiene el beneficio adicional de asegurarte que tus hijos naden en agua limpia cada vez que usen la piscina, ya que las piscinas temporales no tienen sistemas de filtración ni desinfectantes químicos. Además no dejar agua estancada significa que no proporcionarás un  caldo de cultivo para los mosquitos.

• Instala una valla de seguridad para piscinas grandes.  Si tienes una piscina regular o una de superficie grande, semipermanente (que tiene sistema de filtración y puede dejarse instalada durante toda la temporada), tienes que instalar una cerca para separarla de la casa y el resto del jardín para que los niños no puedan entrar en ella cuando no los estés mirando. La puerta debe cerrarse con llave o trabarse automáticamente. Y al comienzo de cada temporada de natación, vuelve a verificar la cerradura o el pestillo para asegurarte de que tu hijo no pueda abrirla, dice Ramos; los niños que no las hayan alcanzado hace un año podrían hacerlo ahora. 

No luches contra la corriente de resaca. Si estás nadando en el mar y te encuentras atrapado en una corriente de resaca, no nades directamente hacia la orilla, o corres el riesgo de agotarte. El Servicio Nacional Oceánico aconseja nadar paralelo a la costa hasta que estás fuera de la corriente y luego nadar hacia la orilla en ángulo. 

Toma clases de natación. Es posible que en este momento no estén disponibles en todas partes, pero si puedes, es una buena idea conseguirlas para tu hijo. Tomar clases de natación puede reducir el riesgo de ahogarse, aunque es importante tener en cuenta que "las clases de natación solas no evitan que se ahoguen", dice Candice Dye, MD., profesora asistente en el departamento de pediatría de la Universidad de Alabama en Birmingham. Cualquiera puede sentirse abrumado o agotado en el agua.

Si las lecciones de natación no son una opción donde vives en este momento, la Cruz Roja ofrece algunas herramientas educativas sobre seguridad en el agua en el hogar.  También puedes tomar un curso en línea de seguridad en el agua para padres y cuidadores.

Parásitos estomacales

Si tú o tus hijos tienen diarrea después de ir a una piscina, el culpable podría ser un parásito llamado criptosporidio, o cripto para abreviar. El cripto es una causa común de enfermedades relacionadas con la natación y los brotes van en aumento. Un reciente informe de los CDC encontró que el número de brotes de cripto reportados aumentó en aproximadamente un 13% cada año entre el 2009 y el 2017.

No siempre se puede ver a simple vista qué tan limpia está el agua en las piscinas públicas y el cloro no mata fácilmente al cripto. Puede vivir durante días, incluso en piscinas que se mantienen adecuadamente. Otros parásitos, como el norovirus y la giardia, también pueden sobrevivir en piscinas cloradas, aunque no tanto como el cripto.

Otro informe de 2018 de los CDC también encontró que el mayor porcentaje de brotes de enfermedades se produjo en bañeras de hidromasaje, balnearios (spas) o piscinas de hoteles, por lo que es posible que desees ser muy cauteloso cuando viajes. Algunos parásitos, como la legionela, proliferan en piscinas con un mantenimiento deficiente. 

Las piscinas públicas a menudo tienen informes que detallan las violaciones encontradas por los inspectores. Los CDC recomiendan solicitar la revisión de esos informes si estás preocupado. (Para las piscinas privadas, tu único recurso puede ser comprar un kit de prueba de piscina, disponible en ferreterías o tiendas de suministros para piscinas).

Cómo prevenirlos
• No tragues el agua de las piscinas, bañeras de hidromasaje o áreas de juego.
 Y recuérdales a los niños que no lo hagan.

Mantén a los niños enfermos fuera del agua. No nades ni permitas que los niños naden cuando están enfermos con diarrea (incluso con pañales de natación, que no son infalibles).

  • Lávate. Dúchate con agua y jabón, antes y después de nadar.

Quemaduras de sol

Evitar las quemaduras de sol es la clave para mantenerse seguro en el verano. Según los CDC, el sol puede dañar tu piel en tan solo 15 minutos. Los rayos ultravioleta B causan quemaduras solares; los rayos ultravioleta A broncean y envejecen tu piel. Ambos contribuyen al cáncer de piel, la forma más común de cáncer en los Estados Unidos.

Cómo prevenirlo
• Aplica protector solar desde el primer momento y con frecuencia.
 Ponte protector solar al menos 15 minutos antes de salir. Agítalo antes de usarlo y vuelve a aplicarlo regularmente, al menos cada 2 horas y en cualquier momento después de haber estado nadando o sudando.

Busca la sombra. Intenta permanecer en la sombra durante las horas más soleadas del día, si puedes, de 10:00 a.m a 4:00 p.m.

Cúbrete. La protección solar es solo una parte de una estrategia de protección solar, dice Nicole Steffens de la Cruz Roja. Usa un sombrero y periódicamente ponte ropa que cubra tu piel.

Echa un vistazo a algunos de nuestros mejores protectores solares.

Otitis de nadador

Esta infección del oído es distinta de una típica infección del oído medio. Es una infección del oído externo que se desencadena por el agua contaminada atrapada en el canal auditivo. Nadar "produce un ambiente propicio para el desarrollo bacteriano", dice Dye.

Los síntomas incluyen comezón dentro del oído, enrojecimiento o hinchazón, dolor al jalar o al hacer presión en la parte externa del oído y secreción de pus. (Si tú o tu hijo la tienen ve al médico, que podría recetarte gotas para los oídos con antibióticos).

Cómo prevenirla
• Protege tus oídos. 
Si puedes, mantén los oídos secos usando una gorra de natación o tapones para oídos de silicona (no de cera).

Sécate después de nadar. Sécate los oídos con una toalla después de nadar. Si tienes agua en un oído, inclina la cabeza hacia abajo y tira de la parte externa del oído en diferentes direcciones para ayudar a sacar el agua.

Prueba las gotas para los oídos. Las gotas para los oídos de venta libre destinadas a secar los oídos también pueden ayudar, dice Dye. Pide a tu médico que te recomiende una marca.

Preocupación por los productos químicos para la piscina

Un estudio publicado el año pasado en el informe semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC encontró que las lesiones debidas al contacto con los productos químicos para limpiar piscinas, sobre todo en casas particulares, eran los responsables de más de 13,500 visitas a la sala de emergencias entre el 2015 y el 2017 en los Estados Unidos.

Alrededor de un tercio de los casos fueron etiquetados como intoxicación y los incidentes fueron causados usualmente por la inhalación de gases o polvos (especialmente al abrir recipientes de productos químicos), por meterse a nadar muy poco tiempo después de que se añadieron productos químicos al agua de la piscina o por no almacenar los productos químicos fuera del alcance de los niños.

Otro problema potencial con estos productos químicos es la irritación de los ojos, la nariz o la garganta. Cuando el cloro utilizado para desinfectar el agua de la piscina entra en contacto con desechos u otras sustancias que se desprenden de los cuerpos de los nadadores, incluyendo células de la piel, maquillaje y otros productos de cuidado personal, suciedad, sudor, orina y materia fecal, puede crear sustancias llamadas cloraminas. Cuando se inhalan las cloraminas, pueden provocar tos y sibilancias e incluso desencadenar el asma.

Cómo prevenirlo
• Almacena los productos químicos de forma segura. 
Si tienes una piscina en tu jardín trasero, asegúrate de almacenar los productos químicos para la limpieza de la piscina de manera segura y fuera del alcance de los niños. Si optas por hacer el mantenimiento de la piscina tú mismo, utiliza el equipo de seguridad adecuado como una mascarilla, guantes y gafas protectoras.

 Mantén el agua de la piscina limpia. Ducharse antes y después de nadar puede ayudar a evitar que se formen cloraminas. Usar un gorro de natación también puede ayudar.

Toma descansos. Los padres deben llevar a los niños al baño cada hora para evitar accidentes en la piscina.

• Haz la prueba olfativa. Se puede decir que las cloraminas están presentes si notas un olor a químicos o a cloro en el área de la piscina; las piscinas con un mantenimiento adecuado no tienen un fuerte olor a químico. Si la piscina tiene un fuerte olor, considera no nadar.

Un peligro raro: Ameba Naegleria

Cada año es común ver uno o dos titulares sobre personas que contraen la ameba come-cerebro Naegleria fowleri, la cual puede crecer en las masas de agua dulce cálidas, como lagos, estanques, aguas termales y piscinas con un mantenimiento deficiente. La ameba puede causar una enfermedad del sistema nervioso central llamada meningoencefalitis amebiana primaria, que casi siempre es mortal.

La buena noticia es que las infecciones por Naegleria son muy poco frecuentes. Entre 2006 y 2015, solo hubo 37 casos notificados en los Estados Unidos, según los CDC. Y la ameba no te hará daño si tragas agua contaminada; es peligroso solo si se mete por la nariz.

Las infecciones por Naegleria son tan poco frecuentes que los científicos no han sido capaces de hacer recomendaciones definitivas basadas en la investigación sobre cómo evitarlo. Aun así, los CDC ofrecen algunos consejos de sentido común para reducir la probabilidad de que te expongas a la Naegleria.

Cómo prevenirlo
• Mantén alta la cabeza. 
Evita poner la cabeza bajo el agua en depósitos de agua dulce tibia, como un lago o una fuente termal.

Tapa tu nariz. Si saltas o nadas bajo el agua, presiona la nariz o usa un clip nasal.

Mantente alejado del barro. Trata de no revolver o escarbar sedimentos en áreas de agua dulce cálida.


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