Los hospitales son caldos de cultivo de infecciones peligrosas, en parte a causa del mal uso generalizado de los antibióticos. En 2010, casi un tercio de los pacientes en hospitales recibieron al menos una dosis de poderosos antibióticos de espectro completo, que atacan a múltiples tipos de bacteria a la vez. Esos medicamentos deben reservarse para las infecciones más difíciles de tratar. Pero al menos 30% de las recetas de antibióticos en el hospital son innecesarias o inapropiadas, de acuerdo con los CDC.

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Los medicamentos incrementan el riesgo de infección de 2 maneras. Pueden eliminar bacterias intestinales saludables, permitiendo que las bacterias dañinas ataquen, según Clifford McDonald, M.D., asesor sénior de la División de Promoción de Calidad de la Atención Médica de los CDC. Y el uso excesivo de antibióticos crea "superbacterias"; bacterias que son resistentes a muchos medicamentos.

Es por eso que es vital que tu médico y hospital usen los antibióticos correctamente. "Eso no significa que deben evitarlos del todo", indicó John Santa, M.D., director médico en el Centro de Calificaciones de Salud de Consumer Reports. En lugar de eso, si te recetan un antibiótico, pídele al médico que primero determine qué tipo de infección tienes, de haberla, y que te recete un medicamento por el menor tiempo posible que ataque la bacteria culpable de la infección.

Pregunta también a tu médico sobre los probióticos. Algunas investigaciones sugieren que los pacientes de hospital que toman ciertas bacterias benéficas, en pastillas o quizás solo en yogur, son menos propensos a sufrir por la C. diff. Los probióticos pueden fomentar el crecimiento de bacterias intestinales saludables, que te pueden proteger contra las bacterias dañinas. Finalmente, insiste en que todos: médicos, enfermeras y visitantes, se laven las manos antes de tocarte.