Las aerolíneas regionales transportaron a más de 158 millones de pasajeros en el 2014, frente a los 41.5 millones que se transportaron en el año 1990 (aunque fue una cifra inferior al máximo de 163.5 millones alcanzado en el 2010). Las aerolíneas principales de Estados Unidos celebran contratos con las aerolíneas regionales para transportar pasajeros cuando tiene sentido desde el punto de vista económico (por ejemplo, cuando una ruta no está suficientemente ocupada como para justificar el uso de un avión grande). A menos que verifiques con mucho cuidado durante el proceso de reserva, es posible que no te des cuenta que vas a volar en una aerolínea regional en vez de en la aerolínea con la que pensabas que estabas reservando.

United, por ejemplo, tiene contratos con 8 aerolíneas regionales de América del Norte, conocidas conjuntamente como United Express, que proporcionan un servicio de la marca United: los aviones están pintados con los colores de United, inclusive el logotipo azul oscuro de la empresa (la palabra Express está pintada en un color gris más apagado, y los auxiliares de vuelo visten el uniforme estándar de United.

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Aunque las normas de seguridad en las aerolíneas regionales han mejorado luego de preocupaciones anteriores sobre la formación y supervisión inadecuadas de los pilotos, los techos bajos y las estrechas cabinas de los aviones regionales más pequeños pueden hacer que se sientan especialmente estrechos. Los pequeños aviones regionales también pueden tener poco espacio de almacenamiento a bordo y carecer de entretenimiento en vuelo instalado en los respaldares de los asientos.

Como otra forma de ahorrar dinero, las aerolíneas externalizan el mantenimiento a empresas de terceros en el extranjero. En 1994, había 344 estaciones extranjeras de reparación certificadas por la FAA; en octubre del 2015, el número aumentó a 716, de acuerdo con un informe de julio del 2016 realizado por la Oficina de Contabilidad del Gobierno.

A pesar de estar obligados a seguir las normas de la FAA, las instalaciones de reparación e inspección en el extranjero están sujetas a una menor vigilancia en comparación con los sitios de la FAA operados en Estados Unidos dice Steve Carl, un Inspector de Seguridad Aérea de la FAA. "Miré los registros de entrenamiento en una instalación en África, y ninguno de los 36 inspectores estaba calificado para inspeccionar el avión en el que estaban trabajando, basado en las condiciones indicadas en su propio manual de entrenamiento", indicó. "Es más difícil volver al extranjero y llevar a cabo inspecciones de seguimiento, de lo que es para nosotros ocuparnos de los problemas que encontremos en las instalaciones en Estados Unidos".

Michael Gonzales, un vicepresidente regional de los Especialistas en seguridad de la aviación profesional, el sindicato que representa a los inspectores de la FAA, dice que el número de inspectores extranjeros se ha reducido, mientras que la carga de trabajo ha aumentado. "A pesar de que el registro de seguridad de Estados Unidos es admirable, me preocupa que menos inspectores y menos supervisiones podrían conducir a algunos recortes en la seguridad que podrían causar problemas graves en el futuro" comenta Gonzales. La portavoz de la FAA, Duquette, respondió en un comunicado que tanto las estaciones de reparación extranjeras como las locales están sujetas a un riguroso escrutinio. "La FAA y los operadores de aviones auditan las estaciones de reparación locales. Las estaciones de reparación extranjeras son auditadas no solo por la FAA y los operadores de aviones, sino también por las autoridades de aviación civil internacional. Estas estaciones deben renovar su certificado de la FAA cada 12 a 24 meses, y si no cumplen con nuestros estándares, no aprobamos el certificado".

Es verdad, como señala Gonzales, que las aerolíneas de Estados Unidos hoy en día tienen un registro de seguridad impresionante: No ha habido accidentes relacionados con víctimas mortales en las aerolíneas en Estados Unidos desde el 2009. Aunque los pasajeros que viajaron durante la era de oro podían beber Champagne en el piano bar, volar era mucho menos seguro: Desde 1964 a 1973, por ejemplo, las aerolíneas estadounidenses tenían un promedio de 7 accidentes fatales por año. Entonces, la próxima vez que te encuentres a 30,000 pies de altura con las rodillas apretadas contra la barbilla, por lo menos puedes consolarte con el hecho de que las posibilidades de llegar a tu destino sano y salvo siguen siendo excelentes, aunque con la necesidad de un buen masaje.