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1. REDUCE EL CÉSPED.

Olvídate del aspecto de alfombra de pared a pared y reemplaza una sección de césped con una alternativa de bajo mantenimiento, como pasto ornamental o un patio con piedritas.

2. DECÍDETE POR UN ASPECTO MÁS NATURAL.

Si cortas el césped demasiado corto, las raíces de la hierba se volverán débiles y superficiales. Por eso, deja que la hierba crezca aproximadamente 4 ½ pulgadas antes de cortarla a aproximadamente 3 pulgadas. También es posible que desees aprender a vivir con ciertas hierbas malas: el trébol, por ejemplo, toma nitrógeno del aire y lo transmite al suelo.

3. PLANTA UN HUERTO.

Cortar el césped es un trabajo, pero cuidar un jardín puede ser terapéutico. Un pequeño estudio de Holanda descubrió que la hormona del estrés, el cortisol, había disminuido significativamente en los sujetos estudiados después de 30 minutos de hacer jardinería al aire libre. También es un buen ejercicio. Dedicarle el espacio a los vegetales proporcionará una fuente práctica de comida saludable y ahorrarás dinero que gastarías en el supermercado; plantar flores y plantas nativas  también atraerá a las aves y otros animales silvestres.