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Más de 2.2 millones de estadounidenses tienen glaucoma, pero solo la mitad lo sabe.

Esto hace que las pruebas de detección sean importantes. El tratamiento también es clave, ya que el glaucoma puede llevar a una pérdida de visión permanente. Pero este tratamiento, que a menudo requiere varias gotas oftálmicas distintas al día, puede ser costoso y complicado.

Hazte los exámenes correctos.
El glaucoma a menudo no se diagnostica debido a que no presenta síntomas sino hasta que la visión disminuye, en cuyo momento el tratamiento ya no ayuda. Por lo tanto, las personas entre 40 y 60 años de edad deben considerar examinarse con un oftalmólogo o un optometrista cada 3 a 5 años; los mayores de 60 años necesitan un examen cada año o dos.

Aunque muchos oftalmólogos usan la tonometría, una prueba que mide la presión del ojo, para buscar la presencia de la enfermedad, eso no es suficiente. Las investigaciones sugieren que depender solamente de la presión intraocular para detectar el glaucoma podría dejar pasar desapercibidos la mitad de los casos, según Andrew Iwach, M.D., oftalmólogo de San Francisco y vocero de la AAO. Por lo tanto los exámenes deben incluir una oftalmoscopía, la cual examina el nervio óptico.

Si tienes la presión ocular alta pero no tienes otras señales de glaucoma, es posible que no necesites comenzar este tratamiento que puede ser costoso. En su lugar, tu médico podría revisarte más a menudo.

Elige genéricos. El tratamiento más común para el glaucoma son unas gotas para los ojos llamadas análogos de prostaglandina (PGA) que reduce la presión ocular.

Las versiones genéricas de la mayoría de los medicamentos son mucho más baratas que las versiones de marca. Y tal vez debido al costo más bajo, los pacientes que las usan tienden a hacer un mejor trabajo de usar las gotas en el horario indicado, lo cual es importante, de acuerdo con el estudio publicado en la revista científica Ophthalmology en abril de 2015.

Muchas personas necesitan varios medicamentos para controlar el glaucoma, lo que normalmente significa añadir gotas betabloqueantes. En ese caso, pregunta a tu médico acerca de los fármacos que combinan los medicamentos, para minimizar el número de gotas.

También es importante usar una técnica adecuada para aplicar las gotas. Inclina la cabeza hacia atrás y jala hacia abajo el parpado inferior con el dedo para formar una bolsa. Sostén la punta del gotero cerca del ojo sin tocarlo y apretando, deja caer una gota dentro de la bolsa. Cierra el ojo de 2 a 3 minutos, inclina la cabeza hacia abajo y presiona delicadamente la esquina interna del ojo. Trata de no parpadear. Si necesitas más de una gota en el mismo ojo, espera al menos 5 minutos entre aplicaciones para permitir que se absorba la primera gota.