tratamientos para aliviar el dolor

La artritis reumatoide, la osteoartritis (OA), el dolor lumbar, y el dolor de cuello están aumentando en todo el mundo, en parte debido a factores que contribuyen como la obesidad, la mala nutrición, el tabaquismo y los estilos de vida sedentarios. Y, por supuesto, todo tipo de dolores y molestias pueden volverse más comunes a medida que envejecemos. Por lo tanto, se estima que hasta el 60% de los adultos mayores experimentan dolor crónico en los huesos, articulaciones, ligamentos, músculos y/o tendones.

Las personas mayores con dolor musculoesquelético a menudo no reciben suficiente tratamiento, o simplemente se les recetan medicamentos, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Sin embargo, muchos adultos mayores ya toman varios medicamentos, y agregar más puede provocar interacciones y efectos secundarios.

“Uno de los mayores problemas que veo entre los pacientes mayores con dolor musculoesquelético crónico es la desesperación, porque existen riesgos asociados con muchos medicamentos comunes, incluyendo los de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés), y generalmente no existe un medicamento o procedimiento mágico que pueda solucionarles su problema", dice Seth Waldman, MD, director de la división de manejo del dolor en el Hospital for Special Surgery en la ciudad de Nueva York. "A menudo, los tratamientos más seguros y efectivos son las opciones sin medicamentos".

Si bien algunos analgésicos tienen cabida (consulta "Usa los medicamentos de la manera correcta”), los expertos dicen que es mejor trabajar con tu médico en un plan personalizado de múltiples enfoques. Y algunas opciones sin medicamentos pueden ser bastante efectivas. A continuación, se muestran 4 de las más comunes.

1. Actividad física

Si moverte es doloroso, ¿por qué hacerlo? Cuanto menos activo seas, más músculos se pondrán rígidos, causando más dolor, dice Benjamin Kligler, MD, director ejecutivo de la Oficina de Atención Centrada en el Paciente y Transformación Cultural de la Administración de Salud de los Veteranos. Y los músculos más fuertes ejercen menos presión sobre las articulaciones propensas al dolor.

Simplemente caminar durante el tiempo que puedas tolerarlo la mayoría de los días puede ser útil, dice Kligler. Pero si eso te duele, intenta caminar en el agua o hacer aeróbicos acuáticos. Y la terapia física, o fisioterapia, la cual incluye ejercicios diseñados por expertos para aliviar la incomodidad y mejorar la función, puede ser clave si te sientes demasiado incómodo para comenzar a moverte.

“Si intentas hacer ejercicios por tu cuenta, puedes lesionarte aún más”, dice Geraldine Dapul, MD, una especialista en medicina física y rehabilitación en la Clínica Cleveland. Un estudio publicado en 2020 en el New England Journal of Medicine encontró que las personas con osteoartritis (OA ) de rodilla que hicieron de 4 a 6 semanas de fisioterapia tuvieron menos dolor y discapacidad después de un año que aquellas que recibieron de 1 a 3 inyecciones de esteroides, que a veces se usan para el dolor.

La fisioterapia, que generalmente está cubierta por el seguro, también puede incluir estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS). Los dispositivos TENS generan impulsos eléctricos suaves que se cree que relajan los músculos rígidos y estimulan la liberación de endorfinas que bloquean las señales de dolor en el cerebro. Hay unidades disponibles para el hogar y muchos pacientes dicen que son útiles, indica Waldman. Sin embargo, una revisión Cochrane de 2018 encontró evidencia insuficiente para decir que estos funcionan para el dolor crónico.

2. Masaje y acupuntura

La investigación sugiere que ambas terapias pueden funcionar bien para el dolor musculoesquelético. Una revisión de 39 ensayos clínicos, publicada en el Journal of Pain en 2018, concluyó que la acupuntura (la inserción de agujas finas en puntos específicos del cuerpo) era efectiva para el dolor de espalda o cuello y la osteoartritis. Una revisión de 26 estudios, publicada en el Journal of Physiotherapy en 2015, encontró que el masaje ofrecía un alivio a corto plazo para el dolor de hombro o la osteoartritis de rodilla. También ayudó a las personas con dolor lumbar a moverse con mayor facilidad.

Pero estas terapias pueden costar entre $75 y $150 por sesión y no siempre están cubiertas por el seguro, dice Peter Grinspoon, MD, internista del Hospital General de Massachusetts en Boston. Y a diferencia de la fisioterapia, no suelen incluir estrategias que puedas realizar tú mismo, por lo que es posible que no sean tan útiles a largo plazo.

3. Meditación y yoga

La meditación de atención plena (mindfulness), en la que puedes sentarte en silencio durante unos minutos o más mientras notas tu respiración, "fortalece la capacidad de tu mente para mantener la atención y el enfoque, y dirigir tu atención intencionalmente a algo que no sea tu dolor", dice Fadel Zeidan, PhD, un profesor asociado en el departamento de anestesiología de la Universidad de California, San Diego. En una revisión de casi 40 ensayos clínicos, publicada en 2017 en Annals of Behavioral Medicine, la meditación de atención plena se asoció con una pequeña disminución del dolor. “Descubrí que puede ser una herramienta muy poderosa cuando se usa con otras terapias no farmacológicas para aliviar el dolor”, dice Waldman.

Si bien algunos estudios han encontrado que el yoga, que puede incluir respiración profunda, estiramiento y fortalecimiento, puede ser útil, en algunos casos puede empeorar el malestar o causar nuevas lesiones. Si eres nuevo en el yoga, busca clases descritas como reconstituyentes, suaves o Iyengar.

Una opción más segura para los adultos mayores puede ser el tai chi, que utiliza movimientos lentos y suaves para estirar y fortalecer los músculos, dice Vanessa Rodríguez, MD, profesora asistente de geriatría y medicina paliativa en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. Una revisión de 15 estudios, publicada en la revista Physical Therapy en 2017, concluyó que el tai chi era eficaz para el dolor musculoesquelético.

4. Suplementos

Los suplementos con glucosamina y condroitina, sustancias que se encuentran en el cartílago, a menudo se promocionan para aliviar el dolor de la OA, pero la investigación es contradictoria. Ambos suplementos también pueden interferir con medicamentos como los anticoagulantes.

Sin embargo, la cúrcuma, una especia que a veces se vende en forma de suplemento, puede ser más prometedora. Contiene el compuesto curcumina, que tiene propiedades antiinflamatorias. Un estudio publicado en enero en la revista Trials encontró que una cápsula de 500 mg dos veces al día era tan eficaz como una tableta de 650 mg de acetaminofeno 3 veces al día. Aun así, los suplementos solo están ligeramente regulados, por lo que no siempre puedes estar seguro de lo que contienen exactamente.

Nota del editor: Una versión de este artículo también apareció en la edición de agosto de 2021 de Consumer Reports On Health.