La diversión comenzó a desvanecerse luego de que la Ley de desregulación de las aerolíneas se aprobara en el año 1978, y el gobierno dejara de controlar las rutas y las tarifas. El resultado inmediato, como estaba previsto, fue una avalancha de nuevas aerolíneas y, junto con ellas, un aumento del número de vuelos y tarifas más bajas.

Pero este fue el comienzo de un viaje lleno de baches para las aerolíneas, que se prolongó durante décadas. "Luchaban para crear modelos de negocio totalmente nuevos, y muchos competidores de bajo costo ingresaron en la industria” cuenta Gerchick. De acuerdo con las estimaciones de A4A, desde el comienzo de la desregulación se presentaron casi 200 quiebras de aerolíneas. Antes de 1978 las quiebras eran poco usuales.

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Además del aumento de la competencia, las aerolíneas enfrentaban desafíos como la caída del número de pasajeros luego de los ataques del 9/11, así como el dramático aumento de los precios del combustible. Para sobrevivir, muchas aerolíneas que permanecieron unieron fuerzas. Hubo más de una docena de fusiones de aerolíneas desde el año 2000, de acuerdo con las estimaciones de A4A, dejando solo 4 aerolíneas principales: American, Delta, United y Southwest. Estas 4 aerolíneas tuvieron el control del 80% de los viajes aéreos en Estados Unidos el último año, dejando a los viajeros pocas opciones de aerolíneas y a las aerolíneas poca iniciativa para mejorar la experiencia de los pasajeros.

Antes de que se aprobara, en abril del 2014, la fusión más reciente, entre US Airways y American, el departamento de Justicia y los fiscales generales en 6 estados y el distrito de Columbia presentaron una demanda civil antimonopolio desafiando la unión.

La demanda acusó que las fusiones entre las principales aerolíneas en los últimos años han “conjuntamente aumentado las tarifas, impuesto cargos nuevos y más altos y reducido el servicio. La competencia ha disminuido y los consumidores han pagado un alto precio".

Aunque los pasajeros han sufrido el aumento de las tarifas y reducción de la comodidad y la conveniencia, las aerolíneas argumentaron que la consolidación ha hecho mejor a la industria aérea. "Estas fusiones han permitido a las aerolíneas centrarse en la renovación de las flotas y mejorar el producto en todas las etapas del viaje. Las tarifas son asequibles y la modesta rentabilidad ha permitido que las aerolíneas compren 388 aviones nuevos en el 2015, así como también generar 10,600 puestos de trabajo nuevos" dijo en un comunicado Vaughn Jennings, director general de comunicaciones de regulación y gubernamentales para la A4A.